
ESTUDIO DE CASO
Reclusa Parda es un espacio en la Ciudad de México donde se fusionan la cocina mexicana, el mezcal y la cultura artística underground. Su identidad gira en torno a un símbolo: la araña. Elegimos este ícono por su carácter poco convencional y su naturaleza misteriosa, poderosa y neutral en cuanto a género. Así nació el concepto creativo que da vida a este proyecto. Desde afuera, Reclusa Parda mantiene un perfil discreto, con una fachada monocromática de concreto y acero en tonos grises. Al entrar, el ambiente cambia por completo: un espacio cálido y acogedor con paredes rojas, mesas de madera y techos altos bañados por una luz tenue. Ese contraste de materiales y colores inspiró el diseño de cada elemento gráfico, desde menús y portavasos hasta las cajas de fósforos, creando una experiencia visual que complementa la atmósfera única del lugar.









































